Productores regionales reciben fuerte impulso de los organismos relacionados con esta actividad.
En Temuco se realizó esta semana el primer encuentro de viñateros indígenas de La Araucanía, actividad impulsada por Indap y que reunió a productores de distintas comunas tanto de Malleco como de Cautín.
Durante la jornada, los productores mapuches conocieron sobre formas de asociatividad y conocieron de primera fuente los testimonios y vivencias de viñateros de otras regiones del país, que viajaron a compartir sus conocimientos en esta actividad.
Asimismo, los viñateros de La Araucanía pudieron conocerse y fortalecer sus redes de contactos, para así estimular sus propios emprendimientos y contaron con representantes de distintos organismos públicos que tienen relación con esta actividad, como la Comisión Nacional de Riego, Fundación de Innovación Agraria, Instituto de Investigaciones Agropecuarias, y similares, además del propio Indap.
Pablo González Jara, director regional de Indap Araucanía, destacó que se trató de una actividad inédita, pues nunca se habían reunido los productores indígenas de esta región.
Añadió hace más de un siglo que existen viñas en zonas de Malleco, como por ejemplo Lumaco, Purén y Los Saces, pero en las últimas décadas no se había incentivado la producción y varias de ellas permanecía prácticamente abandonadas.
Añadió que hoy existen nuevas cepas , “pero cada viñatero ha ido haciendo algo así como su propio camino, con modelos distintos, por eso es bueno compartir estas experiencias con otros productores, quienes pueden haber hecho el recorrido que algunos están comenzando, por lo que pueden aportar soluciones a distintos problemas. Me parece que encontrarnos por primera vez nos permite pensarnos como productores y productoras de La Araucanía, lo que debería generar un relato distinto”.
González enfatizó en que uno de los aprendizajes que se obtuvieron en este primer encuentro, es la necesidad de que el vino de La Araucanía cuente con un apellido, tal cual lo hacen las viñas más grandes y conocidas de la zona central del país, y que esta bebida cuente con su identidad propia, que sea reconocida como un producto de esta región, lo que se debe hacer en forma participativa entre todos los productores.
Finalmente, comentó que en La Araucanía existen muy buenas producciones de vinos, especialmente en la variedad Pinot Noir.
VALOR AGREGADO
Una de las expositoras en este encuentro, Nadia Parra Monroy, experta en vinos de nicho, declaró que, si bien el vino chileno es uno solo, existen dos grandes espacios de comercialización: uno son los llamados “vinos grandes”, que mueven grandes volúmenes y se ofrecen en el retail, y también existe el espacio de los pequeños productores que manejan un valor agregado asociado a sus respectivos territorios.
En el caso de los productores mapuches, la experta resaltó que este vino posee también un valor cultural, como también una identidad local y una historia familiar en su producción.
“Hay muchas y tremendas historias en esta región, de personas que viven de estos viñedos y que los trabajan como una forma de vida”, explicó.
UBICACIÓN ESTRATÉGICA
Gustavo Riffo, joven productor de vinos “Lomas de Llahuén” de Portezuelo, en el Valle del Itata, fue uno de los productores que llegó a este encuentro para compartir su experiencia comercial familiar.
Riffo incentivó a los productores mapuches a no decaer en su trabajo, pues observa que Temuco y la zona aledaña es un sector estratégico para la venta de la producción y la creación de estos emprendimientos, teniendo como ventaja la ubicación de esta ciudad, que es paso obligado de quienes circulan por la Ruta 5 Sur, además de recibir a un gran número de turistas en verano, a lo que se suma a que no sea necesario recorrer grandes distancias para llegar a los productores mapuches, no así lo que ocurre en el Biobío, donde los viñedos se ubican más lejos de la carretera, lo que obliga a realizar extensas paradas a los interesados en el tema.
“El público que pasa por la Ruta 5 y la población flotante que tienen aquí en verano, ya es una muy buena señal para vender el producto que quieran. En el caso del vino, es algo que el turista nacional y extranjero busca y Temuco es una muy buena vitrina para vender los vinos de la zona”, manifestó.
FOMENTO A LA ASOCIATIVIDAD
Rosa Cayuman, productora de vinos del sector de Didaico, en Traiguén, valoró que se realizara este primer encuentro de viñateros indígenas y relató que en su caso particular trabaja con una universidad para asegurar la calidad de su producción, añadiendo que “esto fomenta la asociatividad y para nosotros como viñateros es algo muy bueno, que debería realizarse más seguido y como viñateros indígenas nos sentimos plenamente identificados en esta actividad”.