El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, y el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, visitaron este martes el Instituto Agrícola Pascual Baburizza de la comuna de Calle Larga, en la Región de Valparaíso, para firmar un acuerdo de colaboración para potenciar la educación rural del país, y en especial a los liceos técnicos-profesionales de este sector educacional.

El convenio se enmarca en el Plan de Educación Rural Gabriela Mistral, lanzado por el Gobierno el año pasado, que busca entregar mejores oportunidades de enseñanza a los 282 mil estudiantes de establecimientos rurales del país.

En este caso, el convenio ofrecerá tres medidas para el sector. Una de ellas es la apertura de espacios de aprendizaje para estudiantes de la educación técnico-profesional silvoagropecuaria de nivel medio, por parte del Ministerio de Agricultura en sus 12 instituciones asociadas, entre ellas, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la Corporación Nacional Forestal (Conaf), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

La segunda medida es la oferta de prácticas para estudiantes técnico-profesionales a través del portal Prácticas para Chile, el que originalmente ofrece prácticas sólo de educación superior. Para ello, el Mineduc ya está trabajando con el Servicio Civil para habilitar esta novedad.

Y la tercera medida es la generación de instancias formativas y de contenidos para estudiantes de la educación rural en torno a los lineamientos estratégicos de ambos ministerios, como el cambio climático y la escasez hídrica, especialmente para estudiantes de la educación técnico profesional.

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, explicó que el Gobierno tiene el compromiso de ampliar la oferta de las escuelas y liceos rurales “enlanzándolos con una visión de futuro de los grandes temas del siglo XXI, como la sustentabilidad, el problema del agua y la inteligencia artificial, que es algo de lo que tenemos que hacernos cargo”.

“Nuestro compromiso es que seamos mucho más participativos en este tipo de proyectos, en la gestión y en las alianzas, no solo con el Ministerio de Agricultura o con el sector privado, sino que también con el Ministerio de Energía en temas de sustentabilidad, por ejemplo, a través de escuelas con energía fotovoltaica. Tenemos que generar más convenios con el mundo privado, para que podamos tener una oferta atractiva para tantos jóvenes que miran en la educación rural y técnico-profesional una opción de vida para contribuir al país”, agregó.

Y el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, planteó que “el campo es tecnología, es futuro, es la prioridad número uno del planeta, porque la seguridad alimentaria es la primera de todas las seguridades”.

“La agricultura requiere de los jóvenes y de las nuevas generaciones, y acá se construye esta cosecha del futuro en el presente. Todo lo que acá se hace nos llena de esperanza, porque ciencia, tecnología, industria alimentaria, un sistema sustentable y una agricultura más verde son los desafíos de nuestro programa, pero también de la educación rural”, añadió el ministro.

En Chile existen 931 establecimientos educacionales que imparten educación media técnico-profesional, con más de 300 mil estudiantes, que representan aproximadamente un 37% de la matrícula de educación media.