TEMUCO. El Colegio de Ingenieros Forestales Araucanía cree que no existe información para tomar medidas que protejan la especie.
Un llamado al Gobierno para que aporte recursos adicionales con el objetivo de procurar una mayor fiscalización, protección e investigación de los fenómenos que amenazan a la araucaria araucana, realizó el Colegio de Ingenieros Forestales de La Araucanía, en respuesta a la idea planteada por un grupo de investigadores de la Universidad de La Frontera que apunta a decretar una veda a la extracción de piñones e instalar la advertencia de peligro de extinción que pesaría sobre la especie.
A través de un comunicado público compartido por el presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Chile A.G. sede Araucanía, Rodrigo Gutiérrez Ibáñez, el gremio toma una prudente distancia frente a lo planteado por el grupo de investigadores del Convenio de Desempeño Únete de la Ufro y entrega una serie de consideraciones que deberían observarse antes de la toma de cualquier medida presente y futura.
En particular, la colegiatura estima que no existe información actualizada acerca del estado de la araucaria araucana y, por ende, decidir veda o cualquier categorización de la especie requiere de mayores herramientas argumentales que conduzcan a una decisión mucho más responsable y ajustada a la realidad.
«La clasificación actual – ‘vulnerable’ – fue establecida en el Tercer Proceso de Clasificación de Especies llevado a cabo el año 2008 por el Ministerio del Medio Ambiente y se basó en la información más actual con que se contaba en esa fecha», precisa el gremio.
Insuficientes
A juicio de los ingenieros forestales colegiados, son insuficientes los estudios que expongan la real tasa de extracción de piñones, el estado de los bosques de araucarias y su impacto en la regeneración de los mismos.
Y si bien una clasificación en una categoría más severa para asegurar la especia podría generar mayor conciencia de la necesidad de protegerla, más urgente hoy es la realización de estudios de impacto de la extracción, aumentar la fiscalización forestal, y pensar en regulaciones para enfrentar la actividad en cuestión, lo que significaría «la creación de un marco regulatorio específico para la especie», que consideren una consulta a las comunidades indígenas que viven del pewen, siempre a la luz del Convenio 169 de la OIT.
«En estos momentos, no sólo la presión por piñones debe preocupar a la población. Tan preocupante como una extracción sin control de los piñones son los incendios forestales y, en forma más reciente, la aparición de síntomas de lo que parece ser una nueva enfermedad que estaría afectando a la especie», precisa la declaración del colegio profesional.
Según sus propias palabras, el Colegio de Ingenieros Forestales Araucanía apoya y destaca todo estudio que busque generar mayor conocimiento acerca de esta especie y aportar insumos para definir estrategias de protección.
El llamado
«Constatamos, sin embargo, una carencia de investigaciones que aborden la variable del cambio climático y su impacto sobre los bosques de araucaria. Es por esto que hacemos un llamado al Gobierno para que aporte recursos adicionales para mayor fiscalización, protección e investigación de los fenómenos que amenazan a esta valiosa especie», enfatizan.
El gremio considera que en estos temas se extraña una gestión más activa y mayor presencia de Conaf en la discusión y/o pronunciamiento al respecto de una especie que tiene estatus de monumento natural.
«Nos anima la estabilidad y sustentabilidad de los ecosistemas de araucaria por cuanto ellos pueden contribuir a los derechos fundamentales de las comunidades como son el económico, social y cultural a través de sus frutos», es la frase con la que cierran su planteamiento.
La discusión acerca de la araucaria araucana está en la mesa. Habrá que ver hasta dónde llega.
Fuente: Austral Temuco