Chile hace 111 años decidió trazar un camino hacia la conservación in-situ; el 30 de septiembre de 1907, se da inicio a las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) en el país, y lo sorprendente es que esto ocurrió en la región de La Araucanía, con la creación de la Reserva Nacional Malleco, el objetivo en esa oportunidad fue proteger los bosques de la cordillera andina, los cuales estaban siendo arrasados.
Posteriormente en 1925 se establece, también en esta región el Parque Nacional Benjamín Vicuña Mackenna, fue el primer Parque Nacional del país (desafectado en 1929); no hay que desconocer la importancia de estos hitos en la historia ambiental de Chile. Además, por otra parte hay que recalcar, que fueron profesionales forestales los que por muchos años, han impulsado la creación de nuevas ASP, han participado en planificación, y administración de estos delicados ambientes naturales; los Técnicos e Ingenieros Forestales, junto a otros profesionales han sido protagonistas en impulsar la conservación de los recursos naturales de Chile.
Son cinco Parques Nacionales, seis Reservas y dos Monumentos Naturales los que componen las ASP del estado en La Araucanía; manteniendo bajo protección oficial alrededor del 10% de la superficie total regional. La Corporación Nacional Forestal (CONAF) ha tenido la responsabilidad y el privilegio de administrar estos relevantes territorios desde hace ya 46 años, y sin lugar a dudas esta institución lo realiza con gran profesionalismo, protegiendo estos magníficos ecosistemas naturales, de gran valor ambiental.
En La Araucanía, 73 trabajadores de CONAF integran el equipo multidisciplinario que administra y gestiona las ASP, 63 de ellos son Guardaparques; que sienten pasión por su trabajo, y están muy conscientes del rol que tienen en el escenario de la conservación. Desde 1995, CONAF instauró el día 30 de septiembre, como fecha de celebración para recordar y reconocer la labor de cada uno de los Guardaparques de nuestro país. En esta oportunidad, el Colegio de Ingenieros Forestales de La Araucanía, se suma a este reconocimiento y saluda a todos los guardaparques de la región, y agradece el esfuerzo que realizan día a día conservando y preservando los recursos existentes en los Parques Nacionales Conguillío, Villarrica, Huerquehue, Tolhuaca y Nahuebuta, las Reservas Nacionales Malleco, Malalcahuello, Nalcas, Alto Bío-Bío, China Muerta, Hualalfquén y los Monumentos Naturales Contulmo y Cerro Ñielol.
En la actualidad la conectividad existente, hace que se haya incrementado fuertemente la visitación en las ASP del estado, existe un interés creciente de la ciudadanía de vincularse con estos espacios naturales.
La dotación del cuerpo de Guardaparques requiere con urgencia un aumento. Las propias autoridades han estimado en 1.500 el incremento en la dotación nacional de Guardaparques que se requiere para una adecuada gestión. Lograr este aumento en el corto plazo es urgente, ya la conservación de estas áreas se ha visto afectada por el fuerte aumento en la visitación. Aproximadamente cada diez años se duplica el número de visitantes de estos ambientes protegidos en Chile. En La Araucanía las cifras indican que el año 2017 más de 405.000 personas visitaron estas áreas, lo cual evidencia confirma que constituyen un pilar esencial del turismo y la economía regional. A nivel nacional el Director Ejecutivo de Conaf ha señalado que se esperan cerca de tres millones de visitantes para el año 2019.
La gran presión por uso cada vez será mayor, sobre todo cuando en el mundo disminuyen gradualmente los espacios naturales, de igual forma, es evidente que el turismo desregulado puede generar un deterioro irreversible de los recursos protegidos en las ASP, donde la cantidad de visitación debe ser solamente la adecuada para cada lugar. Sin embargo esta mayor demanda genera una oportunidad para el turismo regional, permitiendo establecer anillos de desarrollo alrededor de cada una de las ASP, afuera de estas se puedan ofrecer los servicios turísticos asociados, como por ejemplo; servicios de alojamientos, alimentación, guías locales etc., evitando incrementar este tipo de infraestructuras al interior de las ASP. Con un trabajo conjunto entre el estado administrador y los habitantes locales, se puede lograr desarrollar un turismo sustentable, que logre equilibradamente mejorar las condiciones de vida de los habitantes aledaños a las ASP, sin disminuir el nivel de la calidad de los servicios ambientales que prestan estos territorios.
Mantener la herencia natural del país, para las futuras generaciones de Chilenos, no corresponde solamente a una posición altruista, tiene que ver con una visión estratégica, y está ligada con mantener intactas esas potencialidades del país. Cada autoridad que asuma debería tomar esta posición como una obligación de estado, sin transar a las presiones que se generan en los distintos grupos de interés.
Es un deber intergeneracional y del estado chileno, entregar a nuestros hijos, en iguales o mejores condiciones los ecosistemas presentes en las ASP, como parte fundamental de la herencia natural de la nación.